La tradicional lechona tolimense se convirtió en la estrella del pabellón de Colombia en la Expo Universal Osaka 2025, despertando tanto admiración como polémica por datos exagerados que circularon en redes y medios.
Según el presidente Gustavo Petro, la lechona se convirtió en "el plato más famoso de toda la feria", generando “…las filas más largas” entre los asistentes. Sin embargo, sus declaraciones de ventas millonarias (“10 millones de toneladas”) y asistencia masiva (“1.300.000 millones de personas”) generaron controversia e incredulidad.
Diversos medios han puesto en evidencia lo implausible de esas cifras. Por ejemplo, Semana destacó que semejante volumen de venta requeriría “100 portaviones para transportarla y millones de cerdos”, mientras que otros medios como Colombia.com y El Olfato dejaron claro que resultan “abiertamente desproporcionadas”.
Más allá de los números: una vitrina cultural efectiva
Lejos de las exageraciones, el pabellón colombiano ha resaltado por su rica oferta cultural y gastronómica: obras de García Márquez, biodiversidad, artesanías, flores, café, y por supuesto, lechona
Presidencia de la República.
Durante la Macrorrueda Internacional, se estima que se han concretado negocios por US$11 millones en aguacates y más de US$35 millones en acuerdos diversos.
Lechona: orgullo colombiano a nivel global
La relevancia internacional del plato va más allá del impacto en Osaka. Según Taste Atlas Awards 2024–2025, la lechona colombiana fue elegida como el mejor plato del mundo, superando a íconos como la pizza napolitana y la picanha brasileña, con una puntuación de 4,78/5 basada en casi 368 mil valoraciones.
Este reconocimiento refuerza la percepción global sobre la lechona: no solo un plato emblemático de la región andina, sino un símbolo gastronómico internacional.
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